Mi compañero, amigo y muchas otras cosas que ahora no vienen a cuento, no quería una mesilla de noche sinó una estantería para sus libros.
Así que ahí va el reto.
Partí de un reposapies que nustro amigo Aleix creyó que podría interesarme, al qual le quité la espuma, y de unas maderas de pino cortadas a medida.
Aquí el antes:
El reposapies lo pinté con pintura blanca a la tiza y lo envejecí con mi fiel compañero de trabajos; el betún de judea. Previamente le había lijado un poco las esquinas y algunos detalles.
Después, teñí las maderas y las atornillé fabricando mi primer mueble.
En la siguiente foto podéis ver que me curré un encolado y unos tacos de madera en la parte superior para que no se vieran los tornillos.
Después, intenté hacer sobre un tablet una imitación de madera con un veteador. La función es de trasera y los colores son los mismos que en el reposapies.
Vale, ahora, ya en la habitación es el momento de unir los 3 elementos: la estantería + las patas + la trasera.
He aquí el mueble:
Foto del conjunto:
