Hoy vengo con estos trozos de caña, eran los restos de alguna chapuzilla anterior, pero eran tan bonitos que los tenía guardados porque seguro que para algo acabarían sirviéndonos.
Y sí. Recorté unas tiras de piel de un bolso viejete y las encolé.
Después sólo hizo falta darle un poco de forma a las velas para poder ponerlas dentro.
y una vez hecho esto sólo faltaba buscarle su sitio y encender.